El turismo, como cualquier actividad humana, produce impactos sobre las comunidades donde se desarrolla. La masificación del turismo conlleva a la transformación, el deterioro y la destrucción de los recursos culturales. El desarrollo sustentable del turismo aparece como una alternativa para salvaguardar y revalorizar los diversos componentes que integran el patrimonio histórico-cultural. Primera Parte.
El patrimonio histórico-cultural comprende todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles o intangibles producidos por las sociedades.
En ocasiones, la masificación del turismo conlleva a la transformación, el deterioro y la destrucción de los recursos culturales.
Considerando esto, el desarrollo sustentable propone estrategias diversificadas que permitan mejorar la realidad social, política, económica y ambiental específica de cada lugar. Así el turismo, como uno de sus ejes de acción, propuesto para algunas comunidades, puede preservar o revalorizar elementos patrimoniales.
Patrimonio histórico-cultural
El patrimonio histórico-cultural de un país, región o ciudad está constituido por todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles o intangibles producidas por las sociedades, resultado de un proceso histórico en donde la reproducción de las ideas y del material se constituyen en factores que identifican y diferencian a ese país o región.
Los elementos que constituyen el patrimonio histórico-cultural son testigos de la forma en que una sociedad o cultura se relacionan con su ambiente. En esto se puede encuadrar el significado de la Pachamama para el pueblo Coya en Argentina.
El patrimonio cultural se constituye por una porción del ambiente transformado incluyendo formas de organización social, relaciones entre los diversos sectores de la sociedad y de las instituciones sociales.
El patrimonio, por lo tanto, es el producto de un proceso histórico, dinámico, una categoría que se va conformando a partir de la interacción de agentes y diferentes situaciones, que obligan a obtener una mirada a largo plazo, tanto en la concepción como en el uso de los recursos.
Hablar de patrimonio es considerar a la cultura resultante de la interacción de la sociedad con el ambiente, en donde se incluye el conocimiento, las aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad.
Estas manifestaciones y elementos son un reflejo de la respuesta que el hombre da a los problemas concretos de su existencia y su relación con el entorno; esto es lo que lo hace válido para el desarrollo sustentable.
Impactos del turismo en el patrimonio.
El turismo, como cualquier actividad humana, produce impactos sobre las comunidades donde se desarrolla. En ocasiones este no es el factor principal de deterioro de los recursos, pero se ve afectado porque otras situaciones pueden dañar un producto o todo un destino (explosivo crecimiento demográfico, urbanización descontrolada, especulación inmobiliaria, incompatibilidad de usos del suelo, etc.).
Por ello es que deben crearse nuevos escenarios turísticos de futuro, donde se evite el deterioro que han sufrido aquellos productos o destinos tradicionales, vinculados a un uso indiscriminado de los recursos y a la ausencia de objetivos a largo plazo.
En esta línea se considera que el turismo puede afectar tanto las áreas naturales como las construidas y habitadas. De lo poco que se ha investigado sobre esto último se reconoce que en ocasiones el turismo genera:
– Contaminación arquitectónica: a menudo se ha fracasado al querer integrar la infraestructura de sitios o de lugares turísticos con las características del medio natural, provocándose así "choques" entre el medioambiente construido y el propio de la zona.
Urbanización y postura: la urbanización responde a los diferentes paisajes, ya se trate de ambientes costeros (lineal), a lo largo de valles y rutas escénicas, en áreas de tierra interior. En ocasiones esto no se respeta e incluso las áreas permanecen mucho tiempo deshabitadas.
Sobrecarga en la infraestructura: se manifiesta cuando la intensidad de las visitas supera la capacidad de la infraestructura prevista. Esto a su vez trae aparejado contaminación y posibles consecuencias en la salud.
Segregación de residentes locales: la separación espacial de las áreas turísticas del resto del centro turístico o en los alrededores del campo conlleva, en ocasiones, a una segregación social.
Congestionamiento de tráfico: esto ha surgido como una de las consecuencias más significativas del desarrollo de algunos centros turísticos. El incremento del congestionamiento de tráfico y sobrecarga de tráfico. Problemáticas asociadas al acceso y número de los estacionamientos.
Descargas residuales: El equipamiento hotelero y los servicios de apoyo, así como las residencias privadas, son las principales fuentes de descargas residuales en muchos de los desarrollos turísticos. Detrás de esto se identifica la presencia de una sociedad que usando los recursos del entorno como atractivo, les otorga además la categoría de receptor de sus propios desechos. Los residuos pueden afectar el patrimonio histórico-cultural en forma indirecta (por ejemplo: contaminación visual, olores, etc.)
Considerando todo esto resulta necesario relacionar los distintos impactos del turismo en el patrimonio cultural. Para ello, y como expresa Luis Casasola (1990:36) es necesario agrupar en tres grandes segmentos los componentes del patrimonio cultural para así poder analizar en que forma son afectados cada uno de ellos por la actividad turística, estos son: a) zonas y monumentos arqueológicos e históricos, poblaciones y comunidades tradicionales, b) artesanías y artes populares y c) lenguas, conocimientos, fiestas, costumbres y valores tradicionales. Cada uno de estos se vincula dentro del sistema turístico de una forma singular.
En un destino las costumbres pueden verse afectadas de forma irreversible, mientras que un sitio arqueológico se mantiene intacto.
Según la categoría del atractivo, su posicionamiento dentro del mercado, las formas de comercialización turísticas, la estacionalidad de la demanda, la facilidad de acceso y la disponibilidad de servicios, varía la intensidad del uso y la función que desempeña dentro de la estructura del sistema turístico. Un número excesivo de turistas, un uso demasiado intensivo puede generar no solo reducción de la jerarquía sino la destrucción parcial o total del patrimonio.
La modalidad de uso del suelo del entorno donde se ubica el atractivo es una de las variables que más afecta al patrimonio cultural. La inexistencia de un proyecto de ordenamiento territorial que evite el deterioro e incluso la destrucción de monumentos o zonas de interés patrimonial ha generado incompatibilidad en los usos del suelo, pérdida de accesibilidad y de calidad visual, etc. Esto lleva a la disminución en calidad y cantidad de atractivos histórico-culturales para el turismo, o lo que es más grave, a la perdida de gran cantidad de elementos que hacen a la identidad de un lugar.
Es imposible desvincular un monumento, un sitio arqueológico, etc., de su entorno, del asentamiento donde se ubica y de la sociedad que lo contiene. El desconocimiento de esa realidad ha generado impactos negativos en el recurso y en los lugares donde se han propuesto productos turísticos.
De todos los impactos el más grave quizás se asocie a aquellos lugares en donde la necesidad de captar una demanda muy especifica ha llevado a modificar, desplazar o destruir la arquitectura tradicional; transformar y uniformizar el paisaje urbano, cambiando la imagen original de las poblaciones y comunidades tradicionales en detrimento de sus particularidades culturales, con la pérdida de identidad.
A pesar de que actualmente la revolución de la información y la globalización de la economía hacen recaer sobre el patrimonio amenazas a la vez más inmediatas y generales que en ningún otro momento del pasado, y que van más allá del turismo, existe un deseo de preservar el patrimonio (el entorno concreto, que hemos conocido y que puede darnos un sentimiento de continuidad) para apoyarse en ese universo familiar frente a la avalancha de innovaciones que nos abruma.
Prof. Lic. Guillermina Fernández
Prof. Lic. Aldo Guzmán Ramos
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Tandil. Argentina.
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