Por ser una ciudad que cada vez busca parecerse a las grandes capitales del mundo, en diversos ámbitos, la ciudad de Barranquilla, Colombia, siempre se ha destacado por sus jóvenes promesas.
El futuro promisorio de dos profesionales barranquilleros, Ricardo Vives Guerra y Francisco Ricardo Marino, nos trasmiten la necesaria energía renovada, la mirada fresca que las nuevas generaciones de profesionales aportan a la construcción de nuevos modelos urbanos.
Para Ricardo Vives, ser arquitecto, además de una responsabilidad, es un aporte positivo que va desde la satisfacción de una demanda real de espacios dignos para la actividad humana, hasta cosas intangibles como el orgullo ciudadano y la cultura cívica. “Con eso en mente espero desarrollar mi carrera profesional, acompañado de un firme compromiso con mi ciudad”, dice.
En la actualidad, Vives consolidó una firma de arquitectura y diseño de interiores, ha trabajado en el diseño y la construcción de proyectos de marca multinacional de moda, liderando la apertura de nuevas tiendas y remodelaciones en el Medio Oriente, India, Italia y España.
Hoy, este joven arquitecto asegura estar convencido de que a futuro le aportará algo a la ciudad que lo vio nacer y crecer. “Quisiera contribuir con diseños eficientes, ambientales, generadores de superación social, estimuladores de educación y convivencia social y de los que cada ciudadano pueda estar orgulloso”, sostiene.
Por otra parte, la experiencia en grandes proyectos internacionales le ha permitido a Francisco Ricardo crecer en áreas de diseño y construcción.
Explica que su principal intención es resaltar la importancia del diseño urbano y la relación que debe existir entre un edificio y su entorno.
“La arquitectura y la concientización son una sola, no se trata de hacer arquitectura y campañas de concientización, se trata de que la arquitectura concientice”, manifiesta.
De su experiencia, Francisco Ricardo trabajó como arquitecto inspector en el Nuevo Aeropuerto Internacional de Doha, Cata, fue supervisor de control de calidad en la Construcción Parque Educativo 7 de Abril, Barranquilla, en 2010, e hizo parte del equipo de diseño para el desarrollo del Parque Bicentenario de Giancarlo Mazzanti Arquitectos.
En materia de proyectos necesarios para la ciudad, considera que, en términos generales, Barranquilla carece de desarrollo urbano, por lo que afirma que propondría la recuperación de andenes, diseñados para uso peatonal.
En fin, las ideas de estos emprendedores y sus compromisos con la ciudad son aspectos que marcan la diferencia. Como futuras promesas, ellos no solo enfocan sus conceptos, también plantean posibles soluciones y muestran sus ideas con determinación.
Por Angélica Cano Camacho
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