La mayoría de los llamados edificios sustentables o “verdes” tratan de reducir los impactos que producen en el ambiente, tanto en su construcción como en su mantenimiento. En términos simples, se trata de que un edificio sea “menos malo”, asumiendo que inevitablemente su existencia tendrá un saldo ambiental negativo.

El concepto de “Diseño Regenerativo” asume una actitud proactiva y va más allá de la práctica tradicional de diseño sostenible. Los edificios regenerativos no solamente reducen su consumo de energía a cero, sino que recolectan, generan y distribuyen recursos renovables a su alrededor, mejorando el balance ambiental de su entorno.

Un ejemplo de ello es el Centro para la Investigación Interactiva sobre Sostenibilidad (Centre for Interactive Research on Sustainability) o CIRS, recientemente erigido en la Universidad de la Columbia Británica UBC en Vancouver, Canadá, un proyecto de Perkins + Will.

Las estadísticas del edificio son impresionantes. Por ejemplo, no se requirió para su construcción concreto ni acero estructural, reduciendo considerablemente la huella ambiental. El total del agua que consume el edificio es recolectada de la lluvia y el total de sus residuos son reciclados in situ.

La principal estrategia para lograr un diseño con balance positivo de CO2 fue el uso masivo de madera, en particular una madera de pino que al ser atacada por un escarabajo deja cicatrices que la hacen poco atractiva para acabados finos o construcción. Debido al cambio climático estos escarabajos, que solían morir en el clima frío, han logrado adaptarse y tener una explosión demográfica, produciendo la muerte de enormes cantidades de pinos cuya madera por lo general es despreciada por la industria. Esta madera ha sido utilizada tanto en la estructura como en acabados y mobiliario, y brinda un ambiente de calidez al edificio, so sólo en términos climáticos sino también psicológicos.

“La madera es el material constructivo más sostenible, un recurso rápidamente renovable. Desde el punto de vista estructural, los modernos materiales fabricados como manera laminada y pegada han incrementado la dureza de la madera hasta tener una mayor capacidad estructural. Finalmente, la calidez que la madera trae al edificio, crea una atmósfera simplemente fantástica”

Paul Fast, ingeniero estructural.

 

Sin embargo, el uso abundante de madera genera un riesgo de incendio, por lo que además de haber sido creados con aisladores especiales, el edificio cuenta con un sistema anti-incendios, que se surte de una cisterna subterránea que a su vez es alimentada con agua de lluvia.

La fachada presenta unos paneles que acogen vegetación estacional llamada la “pared viva”, que brinda sombra durante el verano y permite el paso del calor solar en el invierno.

Fuente:

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