El concepto de “eficiencia energética” busca promover un uso eficiente de la energía; no solo se trata de consumir menos, sino de consumir mejor. Esta racionalización del uso de la energía derivará no solo en beneficios económicos deducidos de la reducción de costos por consumo, sino también ambientales, a partir de un menor uso de recursos no renovables y la menor emisión de gases de efecto invernadero, responsables primarios del cambio climático.
En tal sentido, se requiere el compromiso, tanto particular como gubernamental y privado, para llevar adelante acciones conjuntas. Éstas abarcan desde un cambio de hábitos cotidianos, hasta inversiones en tecnologías limpias y campañas de ahorro energético, tal como la que ha sido impulsada en el último tiempo por el gobierno nacional.
En este sentido, la Secretaria de Energía de la Nación, ha impulsado dentro del ámbito del sector eléctrico residencial, el Programa de Calidad de Artefactos Energéticos (PROCAE), el cual tiene como principal objetivo, reducir el consumo de la energía eléctrica mediante la utilización de artefactos eléctricos más eficientes.
El consumo de energía, tanto en el sector residencial como en edificios de uso comercial y público, obedece principalmente al originado por electrodomésticos, iluminación y equipamiento de oficina según su orden de importancia.
Los artefactos que más energía eléctrica utilizan son las lámparas y las heladeras, alcanzando más del 60% del consumo de los hogares. Los aparatos de audio, TV y videos llevan una proporción importante del consumo, aunque menor. También, la utilización de equipos de aire acondicionado, produce una demanda de energía sustancial.
La implementación del mencionado programa se sustenta en el actual sistema de certificación, conforme a lo establecido por la Resolución 319/1999 de la ex Secretaría de Industria, Comercio y Minería y sus modificaciones, la cual establece la obligación, para quienes fabriquen, importen, distribuyan y comercialicen en la Argentina artefactos eléctricos de uso doméstico, de someter a sus productos a la certificación del cumplimiento de las normas relativas al rendimiento o eficiencia energética de cada aparato. Los mismos deberán colocar sobre una parte visible de sus productos y en los envases primarios, una etiqueta en la que se informe el rendimiento o eficiencia energética y demás características asociadas, conforme a los resultados obtenidos.
Hasta ahora, la norma rige solo para productos eléctricos de iluminación, productos eléctricos de refrigeración, congelación de alimentos y sus combinaciones, y acondicionadores de aire de tipo compacto y dividido, comúnmente denominados “Split”. Para las primeras, el cálculo de eficiencia se obtiene de la relación entre el flujo lumínico y la potencia consumida; para los segundos, de la capacidad de enfriamiento vs. la potencia consumida y, finalmente, para los acondicionadores de aire (modo frío y/o calor), de la capacidad de enfriamiento/ calefacción vs. la potencia consumida. TÜV Rheinland Argentina S.A., opera como organismo de certificación reconocido y acreditado en el ámbito de la certificación de etiquetado de eficiencia energética tanto para productos eléctricos de iluminación, como para el caso de productos eléctricos de acondicionamiento de aire.
Por el Ing. Pablo Gilardoni | TÜV Rheinland Argentina S.A.