Para algunos aún parece lejana la realidad de un mundo más sustentable. Pero la velocidad de los avances tecnológicos y la innovación han permeado nuestra cotidianidad aún más de lo que tenemos pensado.
Los costos energéticos, el impacto medio ambiental y la conciencia ecológica cada día suman más adeptos y están transformando la manera de vivir como la conocemos hasta ahora.
Este es un giro importante para nuestra sociedad: es un hecho que el cambio climático no tiene retroceso y ya ha decantado en fenómenos y condiciones que afectan negativamente a todos los seres humanos. Ninguna parte del mundo está libre de dichas consecuencias.
Es por esto que la responsabilidad empresarial cada día está tomando más en cuenta estos temas. Hay transformaciones que son paulatinas, pero necesarias en urgencia.
Parte de esto compete al mercado inmobiliario, en el que ya se han hecho grandes avances en torno a la construcción sustentable de viviendas y urbanismo, en sintonía con energías más renovables.
Una nueva manera de vivir
Literalmente este ámbito implica otra mentalidad y estar actualizado de qué avances existen. Pocos ciudadanos conocen sobre la construcción sustentable y qué opciones hay en este rubro, lo que aún mantiene el mercado de nicho y precios que parecen distantes.
Laura Yáñez es experta en marketing y en los últimos años ha trabaja en una de las compañías que ha introducido este concepto en los productos arquitectónicos, cortinas y persianas Hunter Douglas. Ella comenta que, si bien ya contaban con una línea sustentable, debieron adaptarse al cambio.
“Los consumidores son cada vez más exigentes. Y esto ha llevado al aumento de la popularidad de hogares e inmuebles “verdes” o sustentables”, afirma la gerente de Marketing WCP de HunterDouglas.
A la vez, Yáñez señala que esta tendencia seguirá creciendo debido a la situación medioambiental que vivimos, junto con un tema de costos: si bien existe un mayor costo inicial, al largo plazo solo se produce ahorro para los usuarios y menor impacto negativo para el planeta.
Desarrollo inteligente
Es real que los materiales de construcción o los mismos inmuebles pueden tener valores más elevados en un punto inicial, pero tienen beneficios más importantes.
Por ejemplo, poco a poco se han ido integrando paneles solares para brindar luz en ciertos puntos de edificios; o se recoge el agua lluvia para alimentar terrazas y espacios comunes.
Se busca potenciar un consumo inteligente en todo sentido, que beneficie tanto a empresas como, finalmente, a quienes habitarán los espacios. Aún parece poco popular en Chile, pero se está constantemente crecimiento de dicha industria y mercado.
En países como Chile es posible aprovechar una gran diversidad de recursos naturales, que pueden incorporar energías renovables a la construcción. Al mismo tiempo, existen materiales que puedan propiciar este uso, y que sean menos contaminantes o invasivos con el entorno.
Si hay una observación: aún falta camino por recorrer en políticas gubernamentales con respecto a esto. Los consumidores han comenzado a buscar las alternativas y educarse, pero, debido al contexto actual, es de gran relevancia internalizar esto a nivel transversal en el país.
Fuente: The Times Chile