La Casa de ladrillos de Ventura Virzi arquitectos fue seleccionada como una de las mejores propuestas de Argentina entre las más representativas del panorama iberoamericano de los dos últimos años. Los autores proyectaron una planta simple con ventilación cruzada, destacando al protagonista de la vivienda: el sistema constructivo. El resultado es una estructura de pensamiento que relaciona tanto la materia como los aspectos sensibles de la arquitectura. La estructura tectónica y el orden se investigan para dar forma a una vivienda parlante.

El jurado de la VIII BIAU eligió 26 obras de arquitectura y urbanismo como las más representativas del panorama iberoamericano de los dos últimos años. La Casa de ladrillos de Ventura Virzi arquitectos fue seleccionada como una de las mejores propuestas en Argentina.

Los arquitectos ponen de manifiesto su diseño basándose en la teoría de Kenneth Frampton y Peter Zumthor, dejando como resultado una estructura de pensamiento que relaciona tanto la materia como los aspectos sensibles de la arquitectura. La estructura tectónica junto al orden se investigan para dar forma a una vivienda parlante.

Los autores proyectaron una planta simple con ventilación cruzada, destacando al protagonista de la vivienda: el sistema constructivo. “Hemos adoptado además un sistema de muro parasol construido en ladrillos cerámicos trabajado en los términos de Wladimiro Acosta que consiste en un conjunto de losa visera y parantes como marco de protección solar delante del edificio que regulan la entrada de rayos solares y conforman un recinto de sombra en épocas de verano, generando un efecto de aire  sobre los paramentos del edificio que Acosta denominaba Aura Térmica.”

Nombre/ Casa de ladrillos
Arquitecto/ Ventura Virzi arquitectos (Daniel Ventura, Andrés Virzi, Juan Pablo Callegari)
Colaboradores/ Maximiliano Atanasoff, Juan Marcos Lagomarsino, Mario Rabinovich, Lucía Rodríguez, Joaquín Rodríguez Althoff.
Año/ 2011
Ubicación/ Buenos Aires, Argentina

Kenneth Frampton considera la Tectónico solo como una “mera revelación de la técnica constructiva, sino, más bien, a su potencial expresivo. La tectónica adquiere carácter de verdadero arte en la medida que equivale a una poética de la construcción… La inevitable naturaleza terrestre de un edificio posee un carácter tan tectónico y táctil como escenográfico y visual, aunque ninguno de estos atributos niega su espacialidad.

Apoyados en el rol fundacional que la disciplina arquitectónica tiene dentro de la tradición moderna, entendimos que era necesario profundizar en un pensamiento capaz de poner en relación los múltiples factores particulares que confluyen en la problemática disciplinar.

Kenneth Frampton ha elaborado el problema de la construcción tectónica haciendo hincapié en el espacio cuando cita las ideas de  Schmarsow, quien percibe a la arquitectura como el despliegue progresivo del sentimiento del hombre respecto al espacio y lo identifica como principio conductor de toda forma arquitectónica, coincidiendo con los modelos de espacio-tiempo del universo en el sentido científico, donde la ciencia afecta la forma de concebir el espacio, reforzado por la experiencia de la velocidad y las invenciones mecánicas de la última mitad del siglo XX. Desde entonces, Kenneth Frampton dice en su libro de Estudios de la cultura tectónica, “somos incapaces de pensar arquitectónicamente sin hacer especial énfasis en el desplazamiento espacial del sujeto desplazándose en el tiempo.”

Para Zumthor la atmósfera es una categoría estética, una sensibilidad emocional. En su trabajo se pone de manifiesto el cuerpo de la arquitectura, la consonancia de los materiales, el sonido del espacio, la temperatura del espacio, la tensión entre interior y exterior, los grados de intimidad y la luz sobre las cosas.

Peter Zumpthor dice en su libro Atmósferas: … “en mi trabajo tiene que haber un procedimiento, unos intereses, unos instrumentos, unas herramientas. No trabajamos con la forma, trabajamos con el resto de cosas, con el sonido, los ruidos, los materiales, la construcción, la anatomía, etc. Desde el inicio, el cuerpo de la arquitectura es construcción, anatomía, lógica del construir…”

Juan Román, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, realiza una investigación denominada: Para una arquitectura con interés, basada en la idea de la Investigación Proyectual e intenta con ello probar el alcance de la relación entre investigación y proyectación suponiendo que el quehacer profesional desarrollado es un ida y vuelta constante entre ambos conceptos, da lugar a una arquitectura con interés. Superada la etapa de proyecto, el proceso abandonará  la ruta de la Investigación Proyectual para dedicarse, sin más, a la etapa ya conocida de la construcción, con la condición de construir con los materiales del lugar.

En la casa de Ladrillos  hemos entendido  a la construcción tectónica como una estructura de pensamiento que involucre a la materia y fuera capaz de abordar los temas inherentes al espacio arquitectónico, profundizando sobre las lógicas y las coherencias en el proceso proyectual. La objetivación del proceso de pensamiento y su construcción determinaron las  diferentes sensaciones y cualidades de los espacios. Dentro de esas lógicas operacionales se trabajó sobre estructura arquitectónica que se manifestó como el orden capaz de dar la posibilidad de generar el espacio arquitectónico. Se trata de una conceptualización en términos tectónicos, que involucra tanto el problema de la relación entre pesos, esfuerzos y materiales como el de las formas y los requerimientos humanos.

Estas construcciones tectónicas dieron cuenta también de las  experiencias sensoriales, psicológicas, fenomenológicas, y sus efectos en las emociones, conductas, representaciones, configuraciones simbólicas y  significaciones.

Se desarrolló la construcción de la vivienda a partir de la elección del ladrillo acompañado por el acero y el hormigón para el abordaje material  de la problemática  tectónica.  El Uso  fue entendido como un programa resultante de las acciones de carácter doméstico como: estar, traspasar,  observar, descansar, cocinar, comer, dormir,  etc.

Se desarrolló  la Interacción de estos usos como una experimentación donde la construcción espacial fuera el fin último para establecer nuevas configuraciones (también espaciales) capaces de ser construidas  en una vivienda unifamiliar de 90m2 cubiertos y una superficie de terreno de 75 m2.

Hemos adoptado además un sistema de muro parasol construido en ladrillos cerámicos trabajado en los términos de Wladimiro Acosta que consiste en un conjunto de losa visera y parantes como marco de protección solar delante del edificio que regulan la entrada de rayos solares y conforman un recinto de sombra en épocas de verano, generando un efecto de aire  sobre los paramentos del edificio que Acosta denominaba Aura Térmica.

Fuente:
www.revistaplot.com