El espacio baño ha cambiado, en los últimos 10 años, en tres direcciones: la espacial, la de los objetos y la de los revestimientos. Los revestimientos cerámicos se han convertido hoy en auténticos elementos de decoración para el baño, añadiendo a sus propiedades cromáticas y técnicas las compositivas, gracias a los nuevos formatos. El uso de agua en distintos puntos del baño impone una característica técnica que puede aportar el gres porcelánico: la completa impermeabilización.

 

El espacio baño ha cambiado, en los últimos 10 años, en tres direcciones: la espacial, la de los objetos y la de los revestimientos. Un cambio que es el resultado de repensar radicalmente la proyección, en dos aspectos de esta estancia: el ideal y el técnico. Observando las realizaciones que han surgido a partir de este cambio, se ve, en efecto, que hoy los dos aspectos del baño, el ideal, con sus nexos culturales e iconográficos y el constructivo, con sus vínculos estructurales e hidráulicos, se han fusionado en un único concepto espacial: el lugar del bienestar físico, psíquico y técnico.

Demos un paso atrás y volvamos a las tres direcciones.

Las dimensiones del baño, salvo los casos de los centros de bienestar o de los hoteles de lujo, no han cambiado mucho, pero han experimentado una ruptura espacial. La bañera ha dejado cada vez más espacio a los grandes platos de ducha, liberando visualmente la estancia. Pero, además, en muchos casos, se ha trasladado, situándola directamente en el dormitorio o en el vestidor. En todo caso, sus dimensiones no han cambiado notablemente, pero se ha desplazada, dejando al baño un espacio que ahora es utilizado para otras funciones, en particular para el cuidado del cuerpo.

Los revestimientos se han adecuado a este cambio de situación, ya que el uso de agua en puntos distintos del tradicional baño impone una característica técnica que, por su naturaleza, puede aportar el gres porcelánico: la completa impermeabilización. Una gama de acabados para el revestimiento de superficies  ha roto con las tradicionales baldosas “rosa”, “azul” y “verde” baño, para convertirse en auténticos elementos de decoración, que saben estar en los espacios y dialogar con el dormitorio o el vestidor.

También los objetos que forman un baño han cambiado, no solo en sus dimensiones en centímetros, sino en su imagen global. Piénsese en los sanitarios que, de elementos de aspecto técnico, han pasado a ser verdaderos objetos de diseño, firmados por diseñadores prestigiosos y que cada vez tienen un rol más relevante en el interiorismo. La existencia de tantas posibilidades ha permitido también separar la coordinación clásica de lavabo y sanitarios, dejando libertad expresiva a los interioristas para combinar formas redondeadas con lavabos cuadrados o sanitarios en vetreous china, incluso de colores, con lavabos de otros materiales.

Los revestimientos también saben responder a esta nueva estética del baño a través de la poliedricidad compositiva de sus acabados, fácilmente combinables con colores, formas y colocaciones diferentes.

Los revestimientos cerámicos se han convertido, en auténticos elementos de decoración para el baño, añadiendo a sus propiedades cromáticas y técnicas las compositivas, gracias a los formatos.

Así, se tiene una gran libertad de acción también en cuanto a la colocación del  revestimiento, que va desde el formato mosaico al de las maxi losas aligeradas. Ahora es fácil de entender que la tercera dirección que caracteriza la nueva idea de baño queda también satisfecha por el gres porcelánico.

 

Fuente:

www.floornature.es