A pesar de representar tan sólo el 3% del costo total de la fabricación, los selladores son un factor clave en las construcciones y uno de los principales motivos de reclamos en una obra, por filtraciones y pérdidas de aislamiento.
Con más de siete años en el mercado, IEL comprendió que el uso inadecuado de selladores es el principal causal de problemas frecuentes a lo largo del tiempo. Para combatir ésto, presenta su gama de selladores de siliconas que, por estar compuestos de materia prima inorgánica, poseen una mayor vida útil.
Un sellador óptimo se caracteriza por tener una excelente propiedad de adherencia y compatibilidad a los sustratos, máxima capacidad de movimiento, mínimo módulo de elasticidad, escasa variación de sus propiedades al someterlos a la intemperie y a variación térmica.
La aplicación del material también tiene sus secretos. Para los especialistas de IEL, es necesario comenzar por una buena limpieza de la superficie donde se aplicará el sellador. Luego instalar un cordón de respaldo, para dimensionar la profundidad adecuada. Para una correcta terminación, se recomienda enmascarar la superficie. Una vez que la zona está preparada, se coloca el sellador y con una espátula se lo esparce, preferentemente en seco. Luego se retiran las cintas de enmascarar y se realiza un control de calidad.

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