El próximo miércoles 15 de septiembre se inaugura en el Marq la muestra: “Los oficios del diseñador”, de Juan Cavallero, que podrá visitarse hasta el 24 de octubre, de martes a domingo de 14 a 20.

Juan Cavallero es fotógrafo, diseñador, artista plástico y cineasta. Integra los equipos de diseño industrial de FV y Ferrum, para quienes también realiza las tareas de asesoramiento de imagen, diseño gráfico y publicitario, fotografía y diseño de stands.

Recibió premios y distinciones por trabajos en Artes Visuales y diseño gráfico e industrial, entre los que se cuenta el premio internacional industrial and Graphic Design Award, 2006, por los accesorios para baño de la línea Dominic de FV.

En una entrevista concedida a la Revista Digital C+T, Cavallero habló sobre la interrelación de sus actividades, sus oficios: “Se fue dando naturalmente por la necesidad o por el trauma que tengo por la excelencia. Necesito transmitir el diseño primero en el producto, luego transmitir ese espiritu con la fotografía del mismo y después por medio de una impresión o un folleto de ese producto. Trabajé muchos años en compañías discográficas, con Rasti y luego en otras empresas emblemáticas de aquel momento; allí observé que los fotógrafos de entonces tenían la característica -por la tecnología que usaban- de lograr fotos muy bien iluminadas pero a las cuales le faltaba el clima que yo encontré en las películas de Godard. El pasaba de una cara iluminada a un negro intenso en la pared, volvía a un paisaje exterior, seguía a una mesa con una taza iluminada con sombras y medios tonos. Eso me hizo pensar que había algo más. Investigué y claro que había algo más, era el trabajo puesto en esa fotografía que era mucho más que poner luz a pleno sobre el producto lo cual hacía que se lo viera perfecto pero sin clima. Esa búsqueda hizo que me convirtiera en fotógrafo, uno de los oficios que adquirí por necesidad. Otro de los oficios que adquirí es el de escribir, que me sirvió mucho para hacer cuentos para chicos. Creo que la necesidad obliga a uno a hacer cosas impensadas en otro momento. Cuando estaba en París y necesitaba ganarme el franco me puse a escribir cuentos para chicos que se publicaron en varios países de Europa y más tarde seguí adelante pero ya escribiendo poesías”.

www.estudiocavallero.com