El problema habitacional en la Argentina no es un tema nuevo. El sociólogo Denis Merklen destaca como uno de los factores clave la falta de un mecanismo institucionalizado – privado, público, semipúblico, o de algún tipo- que permita a los diferentes sectores sociales el acceso a la vivienda.

El problema de la vivienda en la Argentina no es un tema nuevo. Se pueden buscar sus orígenes décadas atrás. El sociólogo Denis Merklen habla del papel del Estado y su relación con las clases populares en relación a este tema. ¿Clientelismo, asistencialismo o mejor distribución del ingreso? Uno de los ejes que destaca como conflictivo es la falta de un mecanismo institucionalizado – privado, público, semipúblico, o de algún tipo- que permita a los diferentes sectores sociales el acceso a la vivienda.

 

En una entrevista reciente publicada por Página 12 opina sobre varios temas, entre ellos, las distintas posibilidades de acceso a la vivienda.

 

 

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“–En el caso puntual de la vivienda, ¿cómo evalúa la discusión entre quienes plantean que es el Estado el que debe proveerla y quienes sostienen que esos planes se pueden implementar a través las organizaciones sociales?

 

–No veo inconvenientes ni en una cosa ni en la otra. Con el problema de la vivienda en la Argentina no salimos de la situación en la que nos dejó la dictadura, porque las clases populares muy tempranamente construyen mecanismos de acceso a la vivienda. Alrededor de 1910 se institucionalizaron mecanismos de acceso a la vivienda: el loteo y la autoconstrucción fueron durante muchísimo tiempo el mecanismo privilegiado. El Estado nunca fue un gran constructor ni un gran proveedor de vivienda. El acceso a través del lote tuvo vaivenes y grandes evoluciones. En los años ’50, ’60 y ’70, las grandes inmobiliarias que compraban tierras al por mayor las fraccionaban y las vendían, y se constituyeron en un actor importante junto a otras instituciones, como el Banco Hipotecario, que financiaban la posibilidad de la autoconstrucción.

 

La desestabilización del asalariado, que impide a la gente acceder a un financiamiento a largo plazo, la inflación –muy anterior al liberalismo– y el debilitamiento del Estado, liquidaron este mecanismo de acceso para amplios sectores de la población. Es ahí donde se multiplica la ocupación de tierras como estrategia habitacional. Lo que no tenemos ahora es la institucionalización de un mecanismo –ni privado, ni público, ni semipúblico, ni de ningún tipo– que les permita a distintos sectores sociales acceder a la vivienda.

 

En Uruguay hay un formidable mecanismo de acceso a la vivienda que pasa por cooperativas, que tiene 40 o 50 años de existencia. Ha permitido a amplios sectores de las clases populares, no las franjas más pobres, pero sí las franjas de trabajadores integrados o pequeñas clases medias, acceder a la vivienda. Es un mecanismo con una organización que intercede entre el Estado y las personas”. * […]

 

* Fragmento del reportaje publicado por Página12, el 31 de octubre de 2011.

 

Sobre Denis Merklen

 

Denis Merklen nació en Uruguay pero a los ocho años el exilio de sus padres lo hizo recalar en Argentina. Vivió en Ciudad Evita, estudió acá y se graduó como sociólogo en la Universidad de Buenos Aires en 1989. Discípulo de Juan Carlos Portantiero y Silvia Sigal, a quien dice deberles “todo”, pudo hacer un posgrado en Francia. Puesto a elegir su maestro por allá pidió hacerlo con Robert Castel y “tuvo de la suerte” de ser aceptado. Referenciarse en Castel, un científico social “clásico” (todas las comillas remiten a Merklen), un estudioso del mundo del trabajo, le permitió a Denis despegarse de tendencias demasiado posmodernas o intelectualistas que cundían entre sus colegas argentinos. Se fue en 1996, sigue viviendo allí. Las vueltas de la vida, que incluyen su decisión, lo indujeron a estudiar a las clases populares en el conurbano bonaerense, ahí nomás de donde vivió infancia y adolescencia.

 

Escribió un reconocido ensayo titulado Pobres Ciudadanos, entre otras obras.

 

Fuente:

 

http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-180141-2011-10-31.html