Por unanimidad, el Senado santafesino aprobó un proyecto de ley que declara al Puente Colgante como Patrimonio Cultural de la Provincia. El proyecto plantea que el patrimonio, en tanto legado, conforma el perfil de un territorio y explica su identidad.

Como en 2006, un proyecto de ley intenta que el puente colgante sea declarado Patrimonio Cultural. Hugo Marcucci (UCR- La Capital) impulsa la norma que ahora pasa a Diputados.

Por unanimidad, el Senado santafesino aprobó la semana pasada un proyecto de ley que declara al Puente Colgante como Patrimonio Cultural de la Provincia.

En la última sesión, tras pasar por comisiones, todos los bloques dieron el visto bueno a un proyecto de ley que -hasta el año pasado- había tropezado una y otra vez con la Cámara alta (durante su conformación anterior).

La incitativa corresponde al senador santafesino Hugo Marcucci (UCR-La Capital), quien sostiene que el Colgante “conforma una imagen simbólica que indudablemente es parte fundamental de nuestra identidad e idiosincrasia”.

“La del Puente es una historia en la que la relación entre el río y los habitantes de la ciudad es ineludible”, fundamentó el senador, y agregó que “todos los santafesinos lo tomamos como nuestro y aún la Legislatura no ha encontrado un reconocimiento formal a ese sentimiento”.

“El objetivo de declarar un objeto o una obra patrimonio cultural manifestó Marcucci, posee en la actualidad el significado de una nueva forma de propiedad simbólica y tiene como finalidad reconocer su concepto integral y su uso social”.


El proyecto plantea que el patrimonio, en tanto legado, conforma el perfil de un territorio y explica su identidad. “¿No es el Puente Colgante un legado que desarrolla en su historia y en su imagen una narrativa de nuestra realidad?; ¿no es el Puente un símbolo de nuestra identidad y un objeto que ha festejado y sufrido nuestra idiosincrasia?”, se preguntó el representante por el departamento La Capital.


Para Marcucci el Colgante es “una conquista de los santafesinos”. Y resulta una muestra de “la pujanza y proyección de futuro de las primeras décadas del siglo pasado”. Elogió aquella decisión de la Nación, que colaboraba con el desarrollo de la región, “materializando el acueducto, y a su vez otorgando un enlace vial”.

Tras recordar el 28 de setiembre de 1983, “exactamente a las 16.25 horas, cuando caía el Puente Colgante”, subrayó que “con él se derrumbaron historias y sueños. Las lágrimas de la gente no pudieron desentrañar la certeza de que se pudo haber actuado con previsión para evitar la invaluable pérdida”.

Dijo que un párrafo aparte merece su reconstrucción. Y que en la obra “el pasado y el presente se combinan con sutilezas y acentos, y de ese modo consiguió refrescar la memoria a muchos y aliviar el pesar de otros”.
 

Fuente:

www.ellitoral.com