La iluminación de paisaje añade elementos de gran belleza a nuestros escenarios. Las diferentes impresiones que estas escenas presentan a nuestra vista pueden ser realmente gratas. Muchas construcciones conviven con parte del entorno y en la noche generan sensaciones de gran impacto.
Entre algunas de las técnicas para iluminación de paisaje se encuentra la luz “Uplight” que en algunos casos es o puede ser generada por luminarias que se empotran en el piso o en algún terreno más suave. Utilizar este tipo de piezas significa que deberemos de tener un especial cuidado en su instalación para que pueda operar sin grandes problemas.
La luminaria deberá de ser lo suficientemente robusta y sellada para soportar sus condiciones de operación, normalmente esto no representará un gran problema ya que los fabricantes tienen muy claro las recomendaciones que nos hacen al respecto.
El nivel de instalación tiene más de un factor a tomar en cuenta; si la pieza quedará instalada sobre concreto o algún otro material y/o acabado sólido es posible que la prefiramos colocar en el mismo nivel del piso al que nos estamos refiriendo, si la pieza quedará instalada en un material más suave como jardín o tierra la recomendación es, por un lado, colocar la ceja de la pieza arriba del nivel del piso y en general el nivel debería de ser un poco superior a sus alrededores, no queremos que una acumulación de agua genere un charco en o alrededor de la pieza, normalmente estas están preparadas para recibir agua pero no para ser sumergidas, con esto alejamos el agua de la zona de cerramiento de la luminaria.
En la parte inferior de la luminaria o la entrada de la conexión deberá de haber una glándula, que no es más que un elemento que protege a la pieza de la humedad en el punto de entrada del cable por medio de un caucho que aprisiona al mismo y se fija al orificio por donde entra el cable a la luminaria, debemos de estar seguros que este bien colocado y apretado.
Un punto clave es la conexión eléctrica entre el cable que alimenta a la luminaria y el cable de la luminaria misma, si no lo hacemos con el suficiente cuidado es más que probable que la luminaria termine con humedad dentro del compartimiento de la lámpara, la humedad es capaz de penetrar a ese punto colándose entre el forro de un cable de uso rudo y los forros de los hilos eléctricos propiamente dichos.
Por último pasa en muchas ocasiones que la luminaria tiene humedad en el compartimiento de la lámpara, esta humedad se encuentra “atrapada”, no puede salir y necesitaremos ayudarle de la siguiente manera, destapemos la luminaria y sequemos lo mejor que podamos todos los elementos a nuestro alcance, deberemos entonces encender la lámpara y/o tenerla al sol durante un período aproximado a media hora, el calor del sol y de la lámpara encendida provocarán la evaporación de la humedad y seguramente dejara de ser un problema, al cerrar la luminaria será necesario seguir un esquema en estrella para no dañar el empaque.
La iluminación de paisaje es un elemento que nos puede brindar una gran satisfacción visual pero que puede convertirse también en un terrible dolor de cabeza por instalaciones de dudosa calidad, si vamos a instalar algo de este tipo asegurémonos de que el instalador sepa lo que hace o busquemos la información que nos proveen los fabricantes de estos equipos que de manera permanente invierten recursos y tiempo en buscar soluciones para que nosotros, el público, disfrutemos con los efectos que este tipo de esquemas de alumbrado producen.
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