Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012, reflexiona sobre el papel del arquitecto en relación con las ciudades. La arquitectura debe estar comprometida con la ciudad, ya que esta constituye la intersección entre lo público y lo privado.
ARQUITECTURA-La fábrica de la ciudad, la razón del arquitecto
Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012, reflexiona sobre el papel del arquitecto en relación con las ciudades. La arquitectura debe estar comprometida con la ciudad, ya que esta constituye la intersección entre lo público y lo privado.
Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012, agradeció la concesión de este galardón a una disciplina que debe estar comprometida con las ciudades y que, advirtió, en estos momentos no pasa por uno de sus mejores momentos como consecuencia de la crisis económica.
En su opinión, la arquitectura ha dejado que el componente artístico gane terreno frente a la técnica, pese a que los arquitectos deben hacer de la "fábrica de la ciudad la razón de ser de su profesión".
Moneo es el quinto arquitecto que recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Este maestro de arquitectos se especializa en el uso de la luz como elemento constructivo para crear espacios diáfanos en sus edificios.
En presencia de los Príncipes de Asturias y de la reina Sofía, reconoció que se sintió honrado al saber que había sido merecedor del Príncipe de Asturias de las Artes porque suponía reconocer que el trabajo de los arquitectos no es ajeno al de pintores, escultores, músicos o cineastas y que con él contribuyen a configurar el mundo.
Moneo incidió en que fue también una sorpresa porque se reconocía su trabajo en favor de la construcción de edificios muy diversos y de la enseñanza de la arquitectura y porque el jurado valoraba que su trabajo enriquecía los espacios urbanos con una arquitectura "serena y pulcra".
Tras recordar que el oficio de arquitecto fue fruto de la evolución de la humanidad y que se fraguó como tal en el Renacimiento, Moneo señaló que hoy en día esta profesión parece haber perdido terreno como técnico y la componente artística que siempre ha acompañado al oficio prevalece frente a la tecnología.
"El arquitecto, como responsable tan sólo de la imagen, de la apariencia con la que los edificios se nos presentan es la situación en la que nos encontramos, es lo que nos planteamos", señaló el autor del Kursaal de San Sebastián o de la ampliación del Museo del Prado.
Moneo, el único arquitecto español que está en posesión del Pritzker de Arquitectura -considerado el Nobel de esta disciplina-, trasladó su deseo de que los arquitectos de hoy en día mantengan viva "aquella necesaria racionalidad que implica la supervivencia" y de que continúen involucrados en la construcción "conociendo y entendiendo de aquellos aspectos formales y estructurales que determinan lo que los edificios son".
En su opinión, la ciudad debe hacer que su trabajo vaya más allá de lo estrictamente personal ya que en ese espacio se produce "inevitablemente la intersección entre lo público y lo privado".
Moneo aseguró que está "profundamente agradecido" a su profesión, que le ha hecho vivir indagando continuamente cuáles son las razones que explican la forma de todo aquello que nos rodea.
"Ver el mundo con los ojos del arquitecto es algo que, llegado a estas alturas de mi vida, celebro muy de veras, ya que me ha hecho mirar la las cosas con curiosa atención y contemplar el pasado como algo no muy diverso del presente".
Moneo, cuyas palabras precedieron la entrega de los premios, acabó su discurso agradeciendo el apoyo que ha recibido de su familia, estudiantes y colegas, con los que ha querido compartir un galardón que "abre una ventana a la esperanza" a muchos arquitectos "en estos momentos tan duros". EFE
Obra y biografía de Rafael Moneo
Rafael Moneo Vallés es uno de los representantes más destacados de la arquitectura española contemporánea. Nació en Tudela, Navarra, el 9 de mayo de 1937. Cursó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y colaboró en varios proyectos con Francisco Javier Sáenz de Oiza. Cuando obtuvo el título de arquitecto, trabajó con Jorn Utzon en Hellebaek (Dinamarca), el autor del famoso edificio de la Ópera de Sydney.
Un año después de colaborar con Utzon, recibió una beca de dos años para estudiar en la Academia Española en Roma. Asumió la tradición nórdica y la grecolatina, que se mantendrán a lo largo de su trayectoria.
En 1965 vuelve a España e inicia aquí su carrera profesional como arquitecto y como profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Luego vivió durante casi diez años en Barcelona, donde fue catedrático de Elementos de Composición en la Facultad de Arquitectura, hasta que en 1980 se le ofreció el puesto de catedrático de composición en la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Es partidario de investigar la ciudad y enlazar con su pasado. Para Moneo, la arquitectura debe estar por encima de un deseo estilístico concreto. Se decanta por una arquitectura que tenga identidad propia, que sea fruto de un proceso de reflexión específico en cada caso. De este modo, la obra nace marcada por el lugar, por su pasado y por su función futura.
Mantiene referencias a maestros de todos los tiempos y sus materiales constructivos preferidos son la piedra y el ladrillo.
Algunas obras de Rafael Moneo
La Fábrica Diestre (1964-1967)
En la Fábrica de Transformadores Diestre (Zaragoza), ajusta el espacio a los diversos usos fabriles superponiendo volúmenes crecientes que culminan en la gran nave de montaje. La utilización artesanal del ladrillo y la calidad del diseño en los detalles rememoran a Aalto.
El Edificio Bankinter (1972-1977)
La obra supone la ampliación de una construcción preexistente, el Palacio del Marqués de Mudela, de estilo clasicista. El nuevo edificio se levanta sin que la función de un edificio bancario, que ya estaba estereotipada, condicionase su forma. Moneo busca que haya un entendimiento con el antiguo edificio y con su entorno y que además, se adapte a las necesidades de un edificio bancario.
Proyecta así aparcamientos subterráneos, salón de actos, patio de operaciones, espacios para trabajo burocrático, sala de juntas, etc. Conjuga los volúmenes curvos y rectilíneos. Los accesos circulares definen un volumen curvo, que es el salón de actos y sobre él, se encaja un cuerpo rectilíneo.
El Ayuntamiento de Logroño (1973- 1981)
El solar, estaba ocupado antes por el antiguo Cuartel de Alfonso XII y se hallaba próximo al casco antiguo. El edificio, por tanto, debía mantener su carácter institucional y relacionarse con el entorno preexistente.
El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (1980-1985)
El proyecto tenía dos condicionantes, la conservación in situ de los hallazgos arqueológicos y la relación que debía existir entre el museo y el recinto del teatro y del anfiteatro.
Otras obras son la Estación de Atocha en Madrid (1992), el Aeropuerto de Sevilla (1992), la Fundación Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca (1992), el Auditorio de Barcelona (1999), el Museo de Bellas Artes de Houston (2000), la Catedral de Los Ángeles en California (2002) o la Ampliación del Museo del Prado en Madrid.
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