Las lámparas de techo hoy en día vienen con miles de modelos para elegir, y las casas de diseño, con miles de superficies variadas en sus techos, así que una decisión que antes era muy sencilla hoy nos puede parecer todo un mundo de indecisión, así que si tenías dudas sobre como redecorar, prestá atención que una sola de estas puede controlar toda la iluminación de todo un ambiente.
Una lámpara colgada en el techo, en el centro de una estancia, es el método de iluminación más tradicional. Colocarla no es difícil, sin embargo hay algunos sencillos pasos para instalar un punto de luz, cambiar una luminaria o colocar otra de mayor peso.
Hay que fijarse en el lugar donde se localiza el macarrón por el que discurren los cables eléctricos y adaptar el trabajo al sistema de fijación de la lámpara.
El primer paso para colocar una lámpara en el techo exige realizar un agujero con un taladro, a unos 3 ó 4 centímetros de los cables eléctricos que salen del macarrón. Éste es un tubo protector de PVC que, en general, forma parte de las denominadas instalaciones de obra.
A continuación se coloca el sistema de fijación y se cuelga la lámpara en la parte curvada del anclaje que sobresale del techo. Si el macarrón sobresale demasiado, se puede cortar el sobrante con un cúter.
Es necesario continuar el trabajo sin corriente eléctrica. Con unas tijeras de electricista se corta un centímetro de la cubierta aislante de los cables que salen del techo -con cuidado de no dañar los conductores de cobre-, se retuercen los filamentos y se empalman los cables mediante clemas (conector eléctrico). Si la lámpara tiene toma de tierra, se conecta del mismo modo. Para finalizar, se coloca la copa de la lámpara pegada al techo, con cuidado de que todos los cables queden ocultos, y se aprieta el tornillo que la fija.
No todos los techos son iguales Si el techo es de escayola hueca, se inserta en el agujero un taco de anclaje o balancín. Este sistema de sujeción también se debe emplear si al perforar el techo para colgar la lámpara, el taladro se hunde con facilidad y, de repente, parece toparse con el vacío, ya que significará que el agujero se ha realizado entre dos vigas y es probable que se traspase el armazón.
En los techos macizos se deben utilizar tacos de expansión con cuerpo de nailon. Al apretarse con fuerza ejercen una gran presión y la sujeción es muy segura. En caso de que la cubierta sea de hormigón monobloque, se debe emplear un taladro de percusión de media potencia y brocas de carburo de tungsteno bien afiladas. Como sistema de fijación, la mejor elección para asegurar una sujeción resistente y duradera son unos tacos metálicos.