Mendes da Rocha es un referente de la arquitectura moderna latinoamericana. Nace en 1928 en Vitoria, Brasil. Se recibe de arquitecto en 1954 en la Universidad Mackenzie. Fue profesor de la FAU, USP (1959-1998). Ha ganado numerosos concursos públicos. Entre otros reconocimientos, en el año 2000 recibió el Premio Mies Van de Rohe a la Arquitectura Latinoamericana por la Pinacoteca del Estado de São Paulo y en 2006 el Premio Pritzker, una de las mayores distinciones a la trayectoria en el campo de la arquitectura.

«Yo estudié en la escuela privada Mackenzie. Y después fui invitado por Artigas para ser su profesor auxiliar. Si tenías los antecedentes suficientes y yo ya había ganado algunos concursos, la Universidad aceptaba. En los años 59, 60 comencé como profesor hasta que me jubilé a los 70 años.» *

«(…) para mí toda la lección del movimiento moderno incluye una lección fundamental que es la libertad: se puede hacer de otro modo. No es una virtud ser diferente por el solo hecho de ser diferente. Es para atender las urgentes novedades en el universo. Una ciudad es una novedad en el universo. Se trata de hacer lo que es deseado hace mucho tiempo y no logrado hasta ahora, lo que está aún por hacerse. Y otra lección: tenemos que hacer el amparo. La dimensión social aparece en la ciudad contemporánea. Casas para todos. Esto es lo que dio los mejores ejemplos de viviendas colectivas. La clave de la ciudad contemporánea es además la presencia indispensable de las máquinas: los ascensores y metro. Es la mecánica horizontal del transporte de masas y el movimiento vertical del ascensor.»

 

 

 

 

«La arquitectura tiene una dimensión política fundamental. Es un discurso, una acción, por tanto lo que se llama crítica debe estar en el proyecto. En la construcción se critica, para evitar el desastre.»

«El futuro es siempre una reconstrucción del pasado. La historia es la experiencia. La inteligencia de ingeniería militar de los portugueses y la construcción de ciudades, los fuertes, las defensas son un ejemplo. Los fuertes y las fortalezas no pueden elegir lugar, tienen que estar allí. Enfrentan dificultades increíbles en la construcción mucho más que quienes replican o repiten capillitas. En Salvador de Bahía, las iglesias no valen nada. Lo que vale es el Fuerte de Sao Marcelo, construido al borde del mar. ¡Una maravilla! Construido enfrentando grandes dificultades, porque se encuentra que es necesario que esté allí. No es construir lo más fácil y luego recubrir de oro para engañar a los otros. Entonces sobre el pasado hay que cultivar la conciencia y una visión crítica.

«Caminamos por la calle para exhibirnos en el buen sentido de la palabra, saludarnos, ir a beber juntos, ir a charlar: intelectuales, trabajadores, periodistas. Esta es la virtud de la ciudad. La gran universidad es la ciudad. El gran centro cultural es la ciudad. No se puede revitalizar un edificio abandonado haciendo un centro cultural. ¿Qué es un centro cultural? Hay que tener objetividad: podemos hacer la sede del cuerpo del baile de la ciudad, la sede de la sinfónica de la ciudad pero no un centro cultural. Es hacer de la cultura un panegírico que la burguesía va a usar para hacer manualidades. No hay que hacer de la cultura, el otro oportuno actual opio del pueblo. La cultura es cultivada. Yo tengo la cultura que quiero tener.

«América Latina es un espacio privilegiado. Tenemos que unirnos evidentemente. Somos un pueblo solo. Hecho de una mezcla. Tenemos que ser lo que queremos ser. Nosotros somos americanos. En tanto chilenos, brasileros, argentinos, uruguayos… La geografía no tiene nada que ver con las jurisdicciones.»

 

BIO

Arquitecto brasileño nacido en Vitoria (Espírito Santo). Licenciado en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Mackenzie de Sao Paulo en 1954, pertenece a la generación de arquitectos modernistas liderada por Joan Batista Vilanova Artigas que ha asumido en las últimas décadas una posición destacada en la arquitectura contemporánea brasileña.

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Entre sus edificios más importantes, la mayoría en la ciudad de Sao Paulo, se encuentran el Club Atlético Paulistano (1957), el Pabellón brasileño para la Expo de Osaka (1970), el Museo Brasileño de Escultura MUBE (1986), la tienda de muebles Forma (1987), el Museo de Arte de Campinas (1989), la Casa Gerassi (1991), el centro cultural Fiesp (1996), las reformas de la Pinacoteca de Sao Paulo (1999) y el Centro Cultural da FIESP (1999) y la Cobertura de la Plaza del Patriarca (2002).

Ha sido profesor de la Universidad de Sao Paulo y presidente del Instituto de Arquitectos de Brasil. Mendes da Rocha, máximo representante de la Escuela Paulista, evidencia en sus edificios el gusto por los espacios abiertos, abogando por la regeneración del contexto urbano desarticulado con una nueva monumentalidad en la que la solidez y la economía de los materiales restituyan los espacios sociales de las ciudades. Ha obtenido los más importantes premios en el mundo de la arquitectura, entre ellos el Mies van der Rohe para América Latina (2001) y el Pritzker (2006)

 

* Entrevista publicada en Arquitectura Crítica.