El término sustentabilidad refiere al equilibrio existente entre una especie con los recursos del entorno al cual pertenece. El desarrollo sustentable también permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras. La arquitectura y la ingeniería vienen trabajando con este concepto y han realizado importantes avances en la construcción sustentable. Un ejemplo modesto y eficiente para pensar nuestro futuro común.
Desde hace algunas décadas, la ingeniería y la arquitectura están teniendo muchos cambios, algunos de ellos muy drásticos, no solo en el ámbito tecnológico, sino además en un aspecto importantísimo que a la larga llegará a cambiar por completo la forma de construir en el planeta: la “Sustentabilidad”. No es solo una moda, una corriente, sino que poco a poco esta pasando de ser una necesidad impostergable a una realidad que no se podrá detener, para fortuna del planeta y de nosotros mismos. Falta muchísimo camino por recorrer pero lo importante y trascendente es que ya se empezó por esta ruta. Esperemos que pronto exista la Normativa suficiente que la regule.
Entonces, la sustentabilidad ya es una realidad que con el tiempo irá invadiendo los pensamientos y acciones de los arquitectos, ingenieros, constructores, urbanistas, gobiernos y de toda la sociedad.
El término sustentabilidad refiere al equilibrio existente entre una especie con los recursos del entorno al cual pertenece. Básicamente, la sustentabilidad propone satisfacer las necesidades de la actual generación sin que por esto se vean sacrificadas las capacidades de las siguientes generaciones de satisfacer sus propias necesidades: Se busca el equilibrio justo entre estas dos cuestiones. Un caso típico y muy difundido acerca de este equilibrio entre especie y uso de recursos es el que gira en torno a la madera proveniente de la tala de árboles en bosques. Como es sabido, si se tala demasiado un bosque se corre el riesgo de que este desaparezca, pero si ese uso o aprovechamiento de la materia prima se realiza conscientemente, dentro de unos límites que jamás comprometan la extinción de este recurso entonces se podrá equilibrar la situación, es decir, seguirá habiendo bosques y además se podrá seguir utilizando la madera.
Un proceso sustentable o sostenible es aquel que puede mantenerse en el tiempo por sí mismo, sin ayuda exterior y sin que se produzca la escasez de los recursos existentes.
El desarrollo sustentable debe considerar el aspecto económico (la creación de riqueza en todos los sectores), el aspecto social (al tener en cuenta las consecuencias de la actividad económica en la sociedad en general) y el aspecto ambiental (la actividad económica debe ser compatible con la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas).
Para lograr el desarrollo sustentable, los recursos renovables no deben utilizarse a un ritmo superior al de su generación o producción natural, mientras que los recursos no renovables deben usarse con moderación hasta que puedan ser remplazados por recursos renovables. La generación de contaminantes, por otra parte, tiene que atender las posibilidades de reciclaje y de absorción por parte del medio ambiente.
El desarrollo sustentable, por lo tanto, permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras.
En España, el término inglés “sustainable” se traduce comúnmente como sostenible mientras que en América latina está más extendido el término sustentable; sin embargo, ambas expresiones se refieren a un mismo concepto.
Así el concepto del desarrollo sostenible se basa en tres principios:
1.-El análisis del ciclo de vida de los materiales;
2.- El desarrollo del uso de materias primas y energías renovables y
3.- La reducción de las cantidades de materiales y energía utilizados en la extracción de recursos naturales, su explotación y la destrucción o el reciclaje de los residuos.
El término “Arquitectura, Ingeniería y construcción Sustentable” proviene de una derivación del término “desarrollo sostenible” (del inglés: sustainable development) que la primer ministro noruega Gro Brundtland incorporó en el informe “Nuestro futuro común” (Our common future) presentado en la 42a sesión de las Naciones Unidas en 1987.
“El desarrollo es sustentable cuando satisface las necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para que satisfagan sus propias necesidades” definió Gro Bruntland. En dicho informe se hacía hincapié en que el empobrecimiento de la población mundial era una de las principales causas del deterioro ambiental a nivel global. En 1992 los jefes de estado reunidos en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro se comprometieron a buscar juntos “… las vías de desarrollo que respondan a las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”.
Conceptos como Arquitectura Verde, Arquitectura Sostenible, Arquitectura Bioclimática, Arquitectura Ecológica, Arquitectura Pasiva, Arquitectura Solar (Pasiva y Activa), Edificación de Elevada Eficiencia Energética, Urbanismo Sostenible, Eco ciudades, Espacios Permaculturales, Bioconstrucción están relacionados en mayor o menor medida con el compromiso existente entre Arquitectura y Medio Ambiente. Aunque en algunos casos estos términos podrían entenderse como sinónimos, en realidad, definen un registro muy amplio que abarca desde la preocupación por la composición de los materiales, hasta proyectos alternativos de organización socioeconómica. En definitiva, todas estas acepciones se encuentran bajo un mismo denominador común: “la reducción del impacto ambiental provocado por la construcción, ofreciendo importantes ventajas medioambientales y socioeconómicas”. La Arquitectura Sostenible reflexiona sobre el impacto ambiental de todos los procesos implicados en una vivienda, desde los materiales de fabricación (obtención que no produzca desechos tóxicos y no consuma mucha energía), las técnicas de construcción que supongan un mínimo deterioro ambiental, la ubicación de la vivienda y su impacto con el entorno, el consumo de energía de la misma y su impacto, y el reciclado de los materiales cuando la casa ha cumplido su función y se derriba.
La Arquitectura sostenible se basa en 5 pilares básicos:
• El ecosistema sobre el que se asienta.
• Los sistemas energéticos que fomentan el ahorro.
• Los materiales de construcción.
• El reciclaje y la reutilización de los residuos.
• La movilidad
La Ingeniería Sustentable, se basa en los principios básicos de la Ingeniería que son: el conjunto de conocimientos y técnicas científicas aplicadas, que se dedica a la resolución de los problemas que afectan directamente a la humanidad., en este caso, dirigidas a la Sustentabilidad; también nos proporcionará los artificios y procedimientos constructivos para lograrlo, apoyándose en la tecnología que para el caso existe, como es el caso de dotación de energía eléctrica, calorífica, sistemas de ventilación, materiales, etc.
Arquitectura sustentable, bioclimática, green-building, eco-viviendas, son algunos de los conceptos que hoy en día enmarcan la forma de hacer proyecto y construcción combinando el confort, el ahorro energético y la sostenibilidad con el medio-ambiente.
El aprovechamiento de materiales y el uso de energías renovables mantienen pequeñas diferencias y mucho en común: proponer soluciones concretas de diseño, adaptadas a factores como la ubicación del proyecto o el clima de la zona, para logar que la construcción ahorre toda la energía posible aportando mayores niveles de confort a los usuarios. Un diseño exhaustivo siguiendo criterios bioclimáticos puede lograr ahorros de hasta el 70% en el consumo de energía.
1. Diseño del proyecto de construcción. Entre construir una desde cero o realizar una rehabilitación, se aconseja esta última opción pues se pueden llegar a ahorros del 60% en su desarrollo. Los materiales utilizados deben ser de bajo impacto medioambiental, naturales, de origen cercano, de fácil mantenimiento, lo más estandarizados posible e incorporando los criterios de construcción y ciclo de vida.
2. Orientación. Las aberturas de la casa (ventanas, rejillas…) se deben dimensionar en función de la insolación que reciba la casa. Por ejemplo, en las fachadas sur las ventanas deben favorecer las aportaciones de sol en invierno y tienen que contar con protecciones para evitar los rayos solares en verano. La regla básica es reservar las mejores orientaciones para las estancias de mayor ocupación, como el salón o la cocina.
3. Ventilación. Un edificio bioclimático debe contar con ventilación cruzada a dos fachadas, idealmente opuestas, para lograr un caudal de aire exterior suficiente para ventilar y climatizar la construcción de forma natural.
4. Aislamiento. Es vital para evitar escapes de frío y calor innecesario. Para ello, la vivienda debe contar con paredes y ventanas tratadas de acuerdo al clima de la zona.
5. Aprovechamiento del agua. Se pueden incluir multitud de medidas para consumir agua de forma sostenible: inodoros con cisternas de no más de 6 litros y descarga ponderada; recogida y utilización de aguas pluviales para riego de zonas ajardinadas; o reutilización de aguas grises procedentes de lavadora, lavavajillas, bañera o ducha, para descarga del inodoro.
6. Buscar las energías renovables.Además de la energía solar térmica (obligatoria para el agua caliente sanitaria) se pueden considerar otras energías renovables como la solar fotovoltaica, la geotermia, la eólica y la biomasa aplicada a la edificación. El objetivo final no es otro que lograr el mayor nivel de autosuficiencia energética.
7. Iluminación natural. La distribución de la casa debe aprovechar al máximo la entrada de luz natural para minimizar el uso de luz eléctrica. Si puedes, intenta que las principales estancias de la casa sean exteriores.
8. Preinstalación domótica Las nuevas tecnologías pueden ser muy útiles. La domótica aplicada a la vivienda debe ser un gran aliado para lograr el ahorro de energía.
¿La concreción de un ideal?
VisionDivision ha creado una solución para diseñar un hospital en Rwanda que depende de la energía solar y el agua en las zonas rurales de África. Ya que como sabemos estos poblados están en una permanente lucha contra la pobreza y la escasez de agua.
Vision Division Architects ha creado una estructura basada en un paraguas al revés que se coloca sobre algún tipo de construcción y que genera electricidad y agua con el fin de ser autosustentable.
La idea es que a través de esta tela tipo paraguas se capten tanto el agua de lluvia como el rocío, de tal manera de que se almacenen en el centro de la estructura y puedan desde allí utilizarse. En tanto, para la electricidad se contemplaron unos módulos fotovoltaicos que van soportados junto a la estructura vertical. Como parte de una etapa final, se le puede añadir a la fachada una protección solar, convirtiéndolo en un moderno hospital.
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