Escenarios Flotantes, diseños surreales. El observatorio Museo de Arte de Buenos Aires es un trabajo experimental de la arquitecta Margot Krasojevic, propuesto a orillas del Rio de La Plata, en la zona portuaria cercana a las reservas naturales de la ciudad. El diseño es un compendio de elementos de formas dinámicas, imágenes yuxtapuestas y espacios indeterminados, sin referencias urbanas.
Las intenciones de diseño expresadas por Krasojevic se manifiestan en los dibujos, que persiguen la disolución del espacio real a partir de una coreografía de imágenes que diluye los límites del espacio palpable para fusionarlo con las piezas que se exponen en el museo.
El Observatorio Museo emplea la misma tecnología que utilizan los fabricantes de barcos: una estructura semi-monocasco de aluminio montada in situ, compuesta de secciones de 3 metros de ancho soldadas entre si, pintadas de color blanco. La estructura de apoyo la establece el eje circulatorio, una serie de rampas exteriores amarradas al muelle que se elevan sobre la superficie del rio y conectan la sala principal con el resto de la intervención.
Los paños transparentes integrados a la carcasa están realizados en vidrio templado laminado, colocados con una inclinación de 25º para evitar el reflejo de la luz solar y el resplandor del agua del río. Una abertura en la parte superior de la carcasa permite recoger el agua de lluvia que por medio de un sistema de exclusas inundan plataformas hundidas cuando sea necesario. De esta forma, el Observatorio asemeja a un objeto anfibio, pero a su vez genera una sensación de ingravidez sobre la superficie del agua.
El área de implantación del Observatorio presenta un fuerte contraste entre una zona industrial portuaria y la reserva natural de la ciudad. La propuesta del observatorio museo no está planteada como un punto de integración entre ambas zonas, sino como un nuevo elemento que se suma al collage urbano.
El proyecto puede ser calificado como un interesante ejercicio formal, que plantea interrogantes necesarios para futuros desarrollos. Concebido como ejemplo de arquitectura, no deja margen para un análisis profundo.
“El formulario no tiene ninguna jerarquía espacial, creando una precense etérea, la antítesis de la monumentalidad y la especificidad del lugar material. El gesto arquitectónico es el de un vistazo, un collage de espacios superpuestos, sin principio ni fin, sin límite definido, ya que se experimentan como una animación editada”. Margot Krasojevic.
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