La-belleza-de-la-madera-en-la-decoración-1

La madera, acogedora y cálida, puede ser utilizada en los suelos, paredes y techos de nuestra vivienda. Aunque en ocasiones necesita someterse a tratamientos antihumedad u otros que mejoren su resistencia y durabilidad, es un material adecuado para la mayoría de los espacios, como indican desde el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). Las características térmicas de la madera consiguen crear ambientes templados: cálidos en invierno y más frescos en verano. Por eso la madera puede ser una espléndida solución para recubrir las paredes. No es necesario identificar madera con ambiente rústico. Como explican en Mapfre Hogar, el estilo minimalista acepta muy bien este tipo de materiales y lo hace mucho más personal de lo habitual.

La opción de la madera para las paredes no debe aplicarse a toda la vivienda. Lo ideal es elegir una de las estancias principales como el salón y buscar la pared en la que la madera pueda lucir mejor. Un clásico consiste en forrar las paredes con madera hasta la mitad, del mismo tipo que el suelo, para darle cierta continuidad. Para ello, elegiremos las láminas verticales del mismo tamaño que las del suelo. El resto de la pared la pintaremos de un color suave que mantenga la coherencia en la decoración. Los tonos tierra, los marrones y los blancos son los que mejor acompañan a la madera.

Más atrevido es jugar a buscar los contrastes con tonos mucho más llamativos. No es necesario que el estilo de la decoración sea rústico, pero en el caso de que sea así la madera es perfecta para lograr una decoración coherente y combinada. En todo caso, para todo tipo de estilos, el uso de la madera en las paredes dará una sensación de calidez mayor que ningún otro material.

Muchas ventajas
Pensando en su aplicación para la construcción y decoración de nuestra vivienda, las virtudes de la madera son muchas:
– La madera es resistente al tiempo y a la meteorología.
– Se puede utilizar tanto en interior como en exterior.
– Es muy moldeable y adaptable.
– Es más estética: es un elemento orgánico y su contacto es cercano y agradable.
– No es un material especialmente caro; tampoco su mantenimiento.

– Ayuda a crear ambientes templados: cálidos en invierno y frescos en verano.

– No es solo para ambientes rústicos: el minimalismo acepta muy bien la madera.

– Tonos tierra, marrones y blancos son los que mejor acompañan a la madera.