El edificio del nuevo Polo Científico Tecnológico es una obra que abarca unos 45.000 m2 y un costo aproximado de unos 250 millones de pesos. Está pensado para conservar las fachadas y estructuras originales, evitando la demolición y conservando el patrimonio histórico. Contempla la reducción del consumo de energía, agua potable y gas, con sistemas de paneles solares, y sistemas de tratamiento de aguas grises.
El Polo Científico Tecnológico se encuentra ubicado entre las calles Paraguay y Godoy Cruz del barrio porteño de Palermo. Está conformado por tres componentes: el administrativo, el de generación de conocimientos y el de difusión de la ciencia.
La totalidad de la obra abarca unos 45.000 m2. Y el costo aproximado es de unos 250 millones de pesos.
El proyecto conserva las fachadas y estructuras originales de los edificios preexistentes, que han sido revalorizadas mediante una operación arquitectónica, sin ocultarlas ni degradar su historicidad. Evitar la demolición de las estructuras existentes ha constituido una operación de ahorro de energía por sí misma; al mismo tiempo que se ha preservado el valor histórico del patrimonio arquitectónico del barrio.
Se ha instalado un sistema de fachada ventilada sobre el contrafrente cercano a la Av. Juan B. Justo. Este sistema reduce sustancialmente el consumo de energía para climatizar las instalaciones: la fachada ventilada sombrea en un 100 % los muros expuestos al sol y permite el paso de una corriente de aire que evita la transmisión de calor por conducción hacia el interior de los edificios.
Para reducir el consumo de agua, el emprendimiento incorpora un sistema para el tratamiento de “aguas grises”. El agua procedente de descargas secundarias –lavatorios y cocinas- es filtrada, se le aplica un antiespumógeno y se la colorea. Luego de este proceso puede reutilizarse como agua no potable para la descarga de inodoros y mingitorios. Este sistema produce un ahorro en el consumo de agua de más del 50 %.
Para el calentamiento del agua de los sanitarios se ha optado por un sistema mixto. En cada uno de los edificios se prevé la utilización de colectores solares que calientan el agua en las azoteas y que luego será conservada caliente en termotanques eléctricos, evitando el consumo de gas para esos fines.
El estudio del asoleamiento ha demostrado que el proyecto puede generar energía mediante la instalación de paneles fotovoltaicos. Para la segunda etapa del proyecto se prevé una gran superficie para instalar paneles que generen energía solar en el área de azotea del edificio del CONICET.
El emprendimiento cuenta con un sistema BMS (Building Management System) por medio del cual se podrá monitorear permanentemente el control de la demanda eléctrica y climatización (ahorro energético) y alarmas técnicas de los distintos sistemas (mantenimiento preventivo).
El sistema de computación del personal está basado en la tecnología de “clientes delgados”: las terminales de trabajo están conectadas a un servidor central que realiza las tareas de procesamiento y almacenamiento de aplicaciones, servicios y datos. Este sistema permite un 90 % de ahorro de energía con respecto al consumo de una PC tradicional. Además de reducir la generación de calor y sonido, entre otras ventajas.
Las instalaciones contra incendio están basadas en la normativa estadounidense NFPA (National Fire Protection Association) la cual establece un sistema de detección y extinción activo de incendios con rociadores automáticos en cada sector y escaleras con sistema de presurización.
Los edificios cuentan con un sistema de climatización de alta eficiencia y bajo consumo denominado Volumen de Refrigerante Variable (VRV). Este sistema permite ajustar la capacidad de refrigerar o calentar un ambiente en función de la demanda instantánea de cada zona climatizada.
Más información:
Fuente: