Las necesidades cambian con la tecnología y la innovación, esta casa construída hace un tiempo atrás, es un ejemplo perfecto de eso, a través de múltiples reformas de importancia, la casa de los sueños que nunca se queda quieta.
Con una volumetría asimétrica y dispar, esta propuesta logra una perfecta integración entre la singularidad proyectual y el confort de los usuales espacios de una vivienda.
La casa fue construida una década atrás y a lo largo de los años se le han realizado ampliaciones y reformas favorecido notablemente el conjunto. Incorporaciones como la piscina, el sector de cocheras semicubiertas, las recientes actualizaciones del baño de la suite y la cocina y la re funcionalización del garaje como quincho, mantienen la vivienda a tono con las necesidades de los usuarios y con las tendencias de diseño.
Con aproximadamente 300 m2, la construcción se definió en dos plantas en esquina, con tipología en “L” con un estilo clásico pero a su vez descontracturado. La ambientación, conforme los requerimientos del comitente, se realizó con muebles antiguos restaurados y reciclados, que organizaron el espacio común de estar y comedor.
Los diferentes ambientes de la planta baja se relacionan a través de una galería circular. La obra se gestó en derredor de un “patio de Luz virtual” conformado por una escalera caracol que asciende iluminada por una claraboya octogonal. Todos los sectores se organizan bajo esta tipología espacial que vincula en vertical por medio de un balconeo la planta de los dormitorios con el estar comedor. El trabajo de cielorrasos de yeso con gargantas para iluminación de efectos, acompañan y refuerzan este vínculo espacial.
La cocina comedor, al tener un uso principalmente de servicio no participa de esta disposición central y se ubica sobre un lateral. Recientemente reformada, se le han incorporado materiales en tonos claros y equipamiento de líneas puras, que colaboran con la sensación de amplitud en los ambientes y refractan mejor la luz. La actualización, concibió la incor- poración de una isla/ barra de preparación. Asimismo, se decidió incluir una TV y un comedor diario. Esto fue posible gracias a un diseño de mobiliario que permite optimizar el espacio. En cuanto a la ambientación, la tapicería en color rojo está en composé con las luminarias. Estos toques de color terminan de amenizar un lugar donde el blanco, la madera y el metal son protagonistas.
La mesada se realizó en Corian, un material innovador actualmente muy utilizado en el mercado dado que al no tener juntas facilita la limpieza, resiste bien las manchas, no es poroso, es sencillo de lavar y resistente a la abrasión. El uso de vidrios y espejos, constituyó a su vez un recurso que potenció la búsqueda de amplitud y luminosidad pretendida con la reforma.
En el baño de la suite se incorporaron materiales modernos, para resolver el tratamiento de una pared curva que en el diseño original se había dejado en yeso. La reforma también implicó el cambio de volantes de la totalidad de la grifería y accesorios y abordó el rediseño de placares, incorporando colgantes hidráulicos, puertas corredizas espejadas y pantaloneros deslizables que permiten una mejora sustancial de lugar de guardado con el mismo espacio.
La finalización de la reforma y actualización de imagen de la casa contempló también la pintura de la fachada, que introdujo la síntesis de un solo color para muros y molduras, antes en amarillo y blanco respectivamente, integrando el todo en un gris piedra claro.
La vigencia de un buen diseño original permitió ir adaptando la casa a los materiales que el mercado va actualizando con en el tiempo, posibilitando una vivienda siempre nueva.