En verano se producen los consumos más altos de agua y energía, debido al uso de piletas y sistemas de riego, así como a la utilización de ventiladores eléctricos y aire acondicionado.

Sin embargo, hay una serie de consejos para disminuir los consumos. Entre las opciones para reducir la temperatura de la casa, o mantenerla fresca incluso en verano, se encuentran todas las modificaciones y preparaciones que tienen que ver con el aislamiento térmico, la colocación de macetas y plantas en interiores, entre otras.

 

1. Preparar la casa

Hay muchas decisiones que se pueden tomar para tener una casa más fresca. Por ejemplo, usar cristales dobles, cortinas black out, burletes en puertas y ventanas, pisos de materiales aislantes térmicos y mantener los ambientes ventilados.

 

2. Más espacios verdes

Las plantas funcionan como aislantes de la temperatura, así que se debe intentar subirle el verde a los ambientes. Pensar en macetas en la ventana que absorban los rayos de sol y enredaderas en las paredes es una elección saludable.

El agua, cuando se evapora, hace bajar la temperatura ambiente, así que es conveniente regar las plantas de noche y disfrutar del efecto durante el día. Elegir plantas autóctonas ya que consumen menos agua.

 

3. Aire acondicionado, no congelado

Por cada grado que se aumenta, se calcula entre un 6 y un 8% de aumento del gasto energético. Mantener el aire acondicionado entre 24° y 26° ya que es la temperatura suficiente para refrescar un ambiente.

Aprovechar las funciones de temporizador para la noche, así no se terminará durmiendo con frazadas y derrochando electricidad.

Si debe comprar uno nuevo, mirar con atención las etiquetas de eficiencia energética y, mientras se pueda, elegir los que sean categoría A, que consumen aproximadamente un 50% menos de energía que el promedio.

 

4. Hidratarse sin huella

Es muy importante tomar mucho líquido en verano para no deshidratarse.  Pero que esto no implique que  se vaya regando nuestro camino de botellas PET. Las botellitas deportivas de acero inoxidable son una opción súper sustentable para cargar líquido fresco para el camino.

 

5. A la pileta

Las piscinas son un lugar donde se derrocha miles de litros de agua. Por eso, es importante tomar algunas medidas para reducir la periodicidad con que se renueva el agua. Por ejemplo, pasar el barrepileta diariamente; cubrirla cuando no se usa para impedir que entren desechos; diluir una taza de lavandina por cada mil litros de agua y hacer el vaciado o llenado durante la noche.

 

Fuente:

http://blogs.infobae.com