Las variaciones climáticas han estado siempre presentes durante toda la historia de la Tierra. Lo que importa ahora es la aceleración del proceso de calentamiento global debido, en gran parte, a la acción del hombre: específicamente la generación de gases de invernadero que se acumulan en la atmósfera y producen calor.
El CO2 es el principal gas procedente de las emisiones, se produce al quemar combustibles fósiles como el carbón, el gas y el petróleo. Se mide en partes por millón. Actualmente, el nivel global está en los 390 ppm y aumenta en entre 2-3 ppm anualmente. Añadiendo metano, el nivel total se sitúa en los 440 ppm. Si alcanzamos los 450 ppm la temperatura de la Tierra aumentará 2ºC, un incremento que pone en peligro el Medio Ambiente y la vida de los seres humanos.
El denominado “Efecto Invernadero” es un proceso natural por el que determinados gases presentes en la atmósfera, entre los que destaca el CO2, retienen parte de la radiación que recibimos del Sol; esto permite mantener unos rangos periódicos de temperatura más o menos estables a lo largo del tiempo. Sin embargo, un incremento de esos gases, provoca una mayor retención de calor y con ello un aumento de las temperaturas, con las consecuencias que esto tiene tanto para la propia naturaleza como para el ser humano.
El uso de energías basadas en combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón que contienen carbono, al quemarse, liberan el CO2 a la atmósfera (1 átomo de carbono se une a 2 de oxígeno). Nuestra civilización sigue una dinámica creciente en la que el incremento del consumo energético, por un constante aumento en la población, tiene un impacto muy notable.
Un clima más caluroso tendrá el efecto directo sobre la agricultura y la disponibilidad de agua. Los niveles del mar se elevarán, especialmente si las capas polares entran en un proceso acelerado de derretimiento. Actualmente, se estima que, sin medidas contundentes de reducción de emisiones, habrá un incremento de temperatura media global de 4oC para 2050, con graves consecuencias.
Según los científicos, la principal alternativa real es de reducir las emisiones de efecto invernadero lo más rápido posible. Las medidas de reducción de emisiones tardan en surtir efecto, de manera que la temperatura global seguirá subiendo durante un tiempo, aún cuando se estén implementando mecanismos de reducción. Cuanto más se demoren las medidas, más difícil será alcanzar reducciones a tiempo. Actualmente, el objetivo fijado por los científicos es la limitación del calentamiento global a +2ºC.
Un clima más caluroso tendrá el efecto directo sobre la agricultura y la disponibilidad de agua. Los niveles del mar se elevarán, especialmente si las capas polares entran en un proceso acelerado de derretimiento. Actualmente, se estima que, sin medidas contundentes de reducción de emisiones, habrá un incremento de temperatura media global de 4oC para 2050, con graves consecuencias.
Según los científicos, la principal alternativa real es de reducir las emisiones de efecto invernadero lo más rápido posible. Las medidas de reducción de emisiones tardan en surtir efecto, de manera que la temperatura global seguirá subiendo durante un tiempo, aún cuando se estén implementando mecanismos de reducción. Cuanto más se demoren las medidas, más difícil será alcanzar reducciones a tiempo. Actualmente, el objetivo fijado por los científicos es la limitación del calentamiento global a +2ºC.
La herramienta básica es la sustitución del consumo de combustibles fósiles por energías limpias a lo largo de toda la economía.
Hay múltiples opciones, e incluyen la generación eléctrica a través de fuentes limpias y renovables, como es la energía eólica, solar y marina, además de nuevas tecnologías como la captura y almacenamiento de CO2. También juegan un papel importante la eficiencia energética (programas y nuevas tecnologías que ayudan a ahorrar el consumo en hogares y oficinas) y el desarrollo de coches eléctricos.
Las empresas eléctricas pueden contribuir de manera notable a la solución del problema, al disponer de diferentes tecnologías. En particular, la energía térmica genera grandes cantidades de CO2 que escapan a la atmósfera y contribuyen de manera importante al calentamiento global. Algunas firmas apuestan fuerte por las energías renovables, pueden reducir significativamente sus emisiones.
La vida cotidiana en tu hogar aporta más de un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año y continúa creciendo. Puedes poner tu granito de arena intentando reducir tus emisiones con estos sencillos consejos.
Ver más en http://www.just2challenge.com/