Identidad en la diversidad es el escenario imaginado por Clorindo Testa. Acuarelas de Francesco Tamburini de hace 100 años, restos arquitectónicos de las Islas Malvinas, ilustraciones de Rep y la figura de El Eternauta. Las vanguardias, pero también la revalorización del mestizaje en la cultura argentina. Diversidad de influencias y de pueblos. La conformación de una imagen de nación a pesar de la multiplicidad. El envío argentino a la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia.
Soberanía, diversidad, integración y territorio son los cuatro ejes de la instalación que constituye el envío argentino a la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia, que en esta edición además inaugurará el Pabellón Argentino, cedido en comodato por 22 años.
Durante la Bienal, que se extenderá desde el 29 de agosto al 25 de noviembre, se podrá ver este envío "que se hizo con la participación y el trabajo intenso de lo más representativo de la arquitectura argentina", dijo el vicecanciller Eduardo Zuaín.
Además, el envío "incluye temas muy caros a lo que es el sentido nacional, temas de soberanía, de diversidad y la presencia de la arquitectura de todas las provincias. Esa va a ser la cara de la Argentina en esta Bienal".
Otro anuncio es "la inauguración del Pabellón Argentino -de 500 metros cuadrados- en los Arsenales de Venecia, un sitio histórico por el que se firmó un comodato -en la edición de 2011- por 22 años. Un esfuerzo enorme que culmina luego de muchísimo tiempo gracias a la decisión política de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".
Zuaín estaba acompañado en el estrado por la directora de Asuntos Culturales, Magdalena Faillace y el arquitecto Clorindo Testa, curador de este envío.
Para diseñar esta propuesta que tiene un carácter colectivo y federal se conformó un comité integrado por los arquitectos Hernán Bisman, Enrique Cordeyro (ambos co-curadores del envío), Jorge Hampton, Emilio Rivoira, Carlos Dibar, Horacio Torchello, Carlos Del Franco, Juan Fontana, Graciela Novoa, Ramón Gutiérrez, Luis María Albornoz, Eduardo González y Enrique García Espil.
"Si hay una palabra que resume este envío es celebrar, ya que vamos a inaugurar un espacio institucional. Si hubo una presencia sostenida a lo largo de los años del país fue gracias al empuje del pueblo", resaltó Faillace.
"Esa presencia necesitaba una voluntad política para poder plasmarse en este pabellón", dijo y precisó el carácter colectivo del envío: "Quisimos algo que nos identificara a los argentinos desde el presente de nuestra arquitectura, pero marcando las tendencias en su historia".
En la fase preliminar hubo una convocatoria a todas las asociaciones de arquitectos del país, y a algunos profesionales "que merecían estar en este grupo de trabajo", señaló la diplomática y ponderó el consenso logrado entre los participantes.
"Una Bienal no es un museo, sino que ahí está el fermento de las vanguardias. A partir de la arquitectura contemporánea fuimos configurando un recorrido -explicó Faillace- hasta llegar a una gran instalación imaginada por Testa: `Identidad en la diversidad`".
En la instalación se muestran cuáles son las líneas que marcan la historia argentina y por qué arribamos a esta arquitectura en las distintas regiones del país. "Nuestro mestizaje nos ha dado una cultura de la cual todavía no tenemos el suficiente orgullo todos los argentinos", analizó la embajadora.
Para Faillace "cultura es soberanía y desde la diversidad de estilos, influencias, pueblos originarios, corrientes migratorias, así como mostrar que a pesar de la multiplicidad hay cosas que nos vinculan y nos unen".
"Hubo influencias que nos han marcado como la integración a través del racionalismo, formado por las inmigraciones europeas, pero que es nuestro", ejemplificó.
"Después, pensamos que no hay proyecto sin memoria. El envío lleva un registro de esa memoria y dentro de ella hemos querido hacer un particular homenaje a los arquitectos italianos cuya creatividad ha contribuido a la construcción de edificios públicos y privados -ponderó-. Estos ayudaron a constituir una imagen como nación formada por las imágenes que proyecta".
A continuación el comité desarrolló el concepto de territorio, "atado a la diversidad de nuestros paisajes, de nuestra geografía que da origen a un rico imaginario y llevaremos imágenes de los sitios inscriptos en el Patrimonio Cultural de la UNESCO. Un paisaje que no es una postal es algo inherente a la cultura, está relacionado con el hombre", sentenció la embajadora.
Volviendo sobre el tema de la soberanía, Faillace dijo que nuestro territorio nos proyecta en ese tema. "La cultura es un eje de soberanía. Y la vamos a marcar con la figura del Eternauta, símbolo de nuestra historia y de los derechos humanos".
En la primera parte de la instalación está el Museo del Bicentenario, observó Faillace, "la última gran obra pública contemporánea del Estado, ubicado en un lugar fundacional, junto a la Casa de Gobierno, sobre la antigua Aduana de Taylor y sobre el fuerte de la ciudad. Emblema de pasado, presente y proyecto".
"La instalación va a estar confrontada con unas hermosas acuarelas pintadas por Francesco Tamburini hace 100 años y al final hay una especie de capilla sobre los restos arquitectónicos de las Islas Malvinas. Este año la política exterior está cruzada por la reivindicación en paz de nuestras islas", remarcó.
Por último, Testa explicó el sentido general de la instalación, previo a un power point, en cuyo transcurso los co-curadores fueron explicando los desafíos planteados por un espacio, al que hubo que reacondicionar para que albergue los futuros trabajos a presentar en los años de comodato y las características de la instalación.
A esto se suma la producción de pancartas realizada por el dibujante Rep que sintetiza con ilustraciones de los distintos períodos históricos.
Como despedida, el vicecanciller puso el acento en la sección dedicada a las Islas Malvinas, "que demuestra la presencia española primero y argentina después en ese territorio, donde había autoridades, población, ideas y proyectos propios".
Fuente: www.telam.com.ar