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El artista holandés Daan Roosegaarde, creó el llamado “templo del aire limpio”, una torre de siete metros, con un diseño que mezcla las formas de la arquitectura clásica china con un toque futurista, y esconde una máquina purificadora de aire para luchar contra el smog.

La contaminación del aire es un verdadero problema de salud pública en China. Es por eso, que Roosegaarde tuvo la idea de realizar la torre cuando visitó Beijing hace tres años.

La torre de Roosegaarde tiene capacidad para limpiar, con un 75 % de efectividad, unos 30.000 metros cúbicos de aire por hora. En un día, filtra un volumen equivalente al que ocupa un estadio de fútbol, aunque su rendimiento depende de las condiciones meteorológicas, especialmente del viento, y del nivel de contaminación.

Para atrapar las partículas contaminantes, el aparato usa la tecnología de «ionización positiva». «Hay iones positivos, muy pequeños, en una escala nano, que cargan positivamente las partículas (de contaminación) y hay una superficie de carga negativa que las atrae. Ésta es la única forma de crear grandes volúmenes de aire limpio de forma segura y sostenible», detalló el artista.

«Usa el mismo principio que un globo de aire que, al frotarlo, genera electricidad estática y atrae el pelo», resumió Roosegaarde.

La ambición del artista es que, pronto, este dispositivo forme parte del paisaje de Pekín y otras ciudades chinas y que contribuya a aliviar así los problemas de contaminación atmosférica que sufren. Y para financiar su proyecto, el artista puso a la venta por internet anillos que encierran partículas de contaminación compactadas.

«Un anillo está hecho del smog que cosechamos limpiando 1.000 metros cúbicos de aire», señaló el artista, quien añadió: «al regalar un anillo, donas 1.000 metros cúbicos de aire limpio».

Fuente: TN