Vista desde el cielo la casa parece una flor de seis hojas o pétalos que crece en perfecta armonía con el entorno. Cultivada sobre la bella costa de Angra dos Reis, la Casa-Hoja brota inspirada en las arquitecturas indígenas de la región con todo el sabor del lounge brasilero y la ecoeficiencia low-tech. Una muestra de que el amor a lo natural no queda reducido a las elecciones estéticas y que la interacción de los habitantes con la naturaleza es una prioridad del proyecto.
Cultivada sobre la bella costa de Angra dos Reis por el estudio de Ivo Mareines y Rafael Patalano, la Casa-Hoja brota inspirada en las arquitecturas indígenas de la región con todo el sabor del lounge brasilero y la ecoeficiencia low-tech.
Si bien nació ligado al jazz de la década del 50, el término lounge se definió pronto más como un modo de interpretación caracterizado por su ritmo sensual y despojado capaz de incluir desde la bossa hasta la música electrónica que como un género en sí mismo. Por extensión, pasó a designar luego toda una cultura dedicada al placer, la comodidad y la elegancia y, en los países de habla hispana podemos verlo utilizado para hacer referencia a los espacios de descanso de hoteles o bailables en los que el visitante puede sentarse, escuchar música, conversar, descansar…
Lounge por donde se la mire, la Casa-Hoja (Casa Folha en su idioma original) parece creada para ejemplificar el uso del término en arquitectura.
Vista desde el cielo la casa parece una flor de seis hojas o pétalos que crece en perfecta armonía con el entorno (paisaje) en el que fue cultivada. Este techo protege del sol todas las áreas, así como los espacios abiertos que se generan entre ellas y que, trastocando las funciones habitualmente asignadas, son los centrales.
Así, en la planta baja, un espacio techado situado a la salida o al frente de un edificio, especie de terraza sin altura, ocupa un lugar absolutamente protagónico y es probable que, merced al clima benigno de la región, sea el lugar más aprovechado y concurrido, superando al salón comedor (ubicado a uno de sus lados) y al home theatre (al otro). Las estancias de la planta baja se completan con una súper suite, la cocina con lavadero y despensa, y la zona espacialmente opuesta a la terraza de la fachada y también abierta a la que los arquitectos bautizaron con precisión “lounge brasilero” por la incorporación de redes y hamacas para el área de descanso del sauna. El sauna se halla disimulado en un terreno que a partir de allí comienza a elevarse. Lo que en el frente es piscina atraviesa la casa y deviene en este espacio espejo de agua. Terrazas de frente y contrafente tienen doble altura, por lo que en la planta alta (a la que conducen unas escaleras voladizas que nacen en el centro de la construcción) las secciones serán cuatro: tres suites lujosas y amplias, como todo en la casa, y un entrepiso de circulación.
Queda claro que la interacción de los habitantes con la naturaleza es una prioridad del proyecto y no sólo por la sorprendente función que cobran los espacios abiertos: las grandes superficies vidriadas consiguen la penetración del parque en la vivienda y, por lo mismo, de la luz; los materiales son “naturales” por origen y porque reenvían a una estética orgánica: el techo es de pequeñas piezas de madera pino, y todas las superficies de las terminaciones de la casa son naturales – pizarra, eucalipto, crucetas de madera en poste en el piso de la planta baja y tramas de bambú en cielorrasos- a excepción de las hechas en vidrio y cobre patinado.
En conjunto la imagen es la de una imponente forma de vida vegetal.
Pero el amor a lo natural no queda reducido a las elecciones estéticas. La casa es ecoeficiente porque, además del aprovechamiento de la luz cuenta con un sistema que, mediante la elevación regulada de las alturas de techos y pisos, permite utilizar el viento del mar para proveer a todas las áreas abiertas o cerradas de ventilación y enfriamiento pasivo. Las aguas, por su parte, convergen en un pilar de acero central y son recogidas para su posterior aprovechamiento. Las maderas utilizadas (fundamentalmente pino y eucalipto) son especies plantadas para reforestación, y usadas como materia prima considerada renovable.
Los muebles y los pocos objetos que hacen a la decoración (no hay cuadros, esculturas, la iluminación es oculta y nada sobra) parecen haber germinado en la casa como la casa en el paisaje, y su solícita elegancia y aparente comodidad no es otra cosa que una invitación a relajarse.
Texto: Ma. Soledad Franco
Fotos: Leonardo Finotti y Pedro Lobo
PROYECTO
Ivo Mareines
Rafael Patalano
Colaboradores:
Paula Costa, Flavia Lima, Rafael Pretti
Paisajismo: Marita Adania
Construcción: Laer Engenharia
Iluminación: Aírton Pimenta
Decoración: Ivo Mareines e Rafael Patalano
Avenida Armando Lombardi 205. Sala 306.
Barra da Tijuca. Rio de Janeiro. Brasil
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