Podemos convenir, de acuerdo a lo tratado hasta ahora que, resolver la problemática de un tejido celular involuntario o un tejido social voluntario, será analizando, entendiendo y aprendiendo, en principio, el correcto funcionamiento de sus unidades orgánicas mínimas
CÉLULAS…, que, para el caso de los tejidos sociales voluntarios, corresponderían a sus unidades de habitación mínimas…; VIVIENDAS con sus respectivos HABITANTES. Siguiendo la lógica planteada; CÉLULA, según definición, es la unidad mínima dentro de un organismo capaz de actuar de manera autónoma.Organismo, para la actuación humana, es el conjunto de leyes y normas que reglan el tejido social y autonomía significa trabajar o producir riqueza por su cuenta. En definitiva; VIVIENDA es; la unidad mínima dentro de un organismo o conjunto de leyes y normas que reglan el tejido social donde esta inserta, capaz de trabajar o producir riqueza, por su cuenta. Por consiguiente, ¡¡no hay tejido social voluntario posible o viable sin que sus unidades mínimas de vivienda produzcan riqueza por su cuenta!!… PRODUCCIÓN es la clave para justificar a la VIVIENDA en el TEJIDO SOCIAL. En este sentido la VIVIENDA se transforma en una estratégica CÉLULA PRODUCTIVA

Trabajar o producir riqueza, por ejemplo energía, cuesta bastante y derrochar, lo ganado con esfuerzo, cuesta más todavía. Suena, entonces, bastante paradójico integrarse al ambiente desde lo espacial pero negarlo desde lo funcional. En este sentido los amplios ventanales verifican esta paradoja arquitectónica planteada que daría por derruidas las excelentes intensiones de ahorro descritas.
Por: Arq. Alejandro Añaños
arq_ananos@telecentro.com.ar
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